sábado, 2 de abril de 2016

La ultima entrada no es que este más allá de la vista ya. Es que pasaron varios camiones arrasándolo todo y muchas cosas nuevas vuelven a florecer, tan bueno es el tiempo.
A pesar de todo las ranas vuelven a aparecer en algún momento aunque ahora estén donde corresponde. La visita de M fue un desastre que empezó sobre la orilla con marea baja y la marea subió y todo desapareció por completo tan pronto llego. Tampoco me extraño pues, seamos francos, no es la primera vez que lo intentamos. Digamos que hablamos idiomas estúpidamente distintos y no hubo manera. Volví a lo mismo hasta navidades que te vi y resolví aquella maraña de pasado haciendo un bonito hilo de ahora. Fue emocionante verte sin deseos ni llamas ni nada más que un poderoso cariño que lo inundaba todo, aunque advertí el dolor en el mismo segundo en el que el olor de aquel mar fulminaba mi serenidad, los árboles con el viento, nuestro extraño desierto.

He visto como la normalidad se ha alejado violentamente de mí. Ahora busco casa en Clapton.

martes, 30 de junio de 2015

Escribo para deshacer la maraña en que se ha convertido mi cabeza tras un año ya desde q me marche, poco más desde que lo hice de tu casa el 14 de Febrero por una de aquellas disputas en las que no importaba nada más que el odio. Por no haber no hubo ni despedida. Estar parado como lo estuve tanto tiempo pudo contigo, a lo q añadir todo aquello sobre lo que mentías, etc. Poco más de un año desde que comprobé la decepción en tu cara por mi mera presencia, confianza rota a la deriva nacida de tu propio hacer. Escribo porque necesito precisar tu papel en mí y cerrar si es que puedo, esta historia que me vincula a ti. Callar el viento de aquel verano soleado junto al rio en el que a la sombra de aquellos árboles alcanzamos la felicidad, la perra correteando con la cría para cazar algún conejo despistado y esa furgoneta en la que daba igual el lugar, paseábamos nuestro hogar al ritmo del cielo y las estrellas.